A veces me gusta creer tus dulces mentiras... Esas mentiras que dicen que todavía me quieres, que no me has olvidado y que lo dejarías todo por estar a mi lado. Me encanta escuchar esos "te quiero" que salen de tu boca y fingir que me los creo, como antes...Los dos sabemos que nos mentimos pero nos sumimos en un juego de absurdas mentiras y miradas cómplices que nadie comprende, de gestos indecisos de si darnos un beso o sonreírnos simplemente para que nadie se de cuenta. Los dos sabemos que no sentimos nada el uno por el otro, que simplemente es una atracción, pero que sin embargo, puede con nosotros... Esta atracción puede con nuestra voluntad y nos traiciona cuando entre sábanas nos encontramos. Lo nuestro no se lo confío a nadie porque ni siquiera sé yo misma lo que está pasando.
Créeme, si lo supiera ya lo habría acabado todo. ¿Cortar todo de raíz y olvidarnos? Imposible. Ninguno de los dos queremos, ninguno de los dos sabe cómo... Sólo sabemos que está pasando lo que hace tanto tiempo queríamos pero que ahora no deseamos, y es inevitable.
- Te amo.
+ No me mientas, sabes que es sólo sexo.
- Ya lo sé, pero los dos sabemos que tarde o temprano, te lo diré en serio; aunque ninguno de los dos quiera.
2 comentarios:
Cuanta verdad! Mi dios.. eso es el amor verdadero, me encantó la entrada!
¡Me sentí totalmente identificada, mejor imposible!
Me alegro de que te haya gustado tanto Ü , la verdad es que hay momentos los que yo también me siento así... El amor es así de especial e ilógico!
Un besazoo, preciosa (L)
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