¿Me sigues?

21 junio, 2011

Tus gritos se me clavan en el alma


Te noto cercano, y distante al mismo tiempo. Después de un par de besos y una caricia apenas terminada; te lanzas sobre mí. Me besas con lujuriosa pasión, mi corazón late tan deprisa que no logro diferenciar cuál es cada uno de los movimientos cardíacos. Me pongo nerviosa, pero me relajo con facilidad. Esa caricia, se convierte en un baile ardiente: el de nuestros cuerpos. Pegados, moviéndose al unísono como cuando un pianista toca la más bella melodía. Repentinamente, se agotan la pasión y los besos, de una manera un tanto brusca.
Estaba a un lado de la cama, apoyado en un costado y dándome la espalda. Yo, aquí. Acostada, mirando hacia el techo y pensando en lo que había pasado minutos antes. Pasan diez... Quince... Treinta minutos envueltos en un preocupante silencio. Hasta que decidí romperlo:
- ¿Qué tal, cariño? - dije, a la vez que le besaba la espalda lenta y tiernamente.
+ Bien.
- Ah... ¿Y qué hacemos ahora? - continuo besándole el cuello.
+ No sé. Deja de besarme ya, ¿no?
- Em... Vale, vale. Sólo quería ser cariñosa.
+ Pues me estás agobiando. ¡Déjame ya! - dijo mientras se levantaba, cogía su ropa y salía del cuarto.
Se hizo el silencio y las lágrimas comenzaron a salir.
Siento desconcierto y temor, pero a la vez una intensa ira. No es la primera vez que ocurre... Pero, sí la última.

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