Llámalo "x"

Abrazada a ti, me puse a pensar.
A pensar en ti, en mi, en los dos, en el tiempo, en la vida, pero contigo claro; en los besos, en los te quiero, en el amor...
+ Cariño, ¿es amor lo que sentimos?
- Claro que sí, cariño. ¿Qué iba a ser si no?
+ Mmm... No sé. Para mí, esto no es amor.
- ¿Cómo que no?
+ No. El amor es diferente. Yo ya había sentido el amor una vez... Y esto es muy diferente.
- Ah, ¿y qué sentiste esa vez?...
+ Sentí... Muchas cosas. Pero no tantas como esta vez... Por eso digo que no es amor.
- Jaja, claro que es amor, cariño. Un amor diferente, más potente.
+ No, esto no es amor. No lo llames así, si no lo es.
- ¿Y cómo quieres que lo llame?
+ Pues... No lo sé, pero no lo llames amor, llámalo "x".
- ¿Y por qué "x"?
+ Porque... En una ecuación "x" no tiene un valor definido.
- ¿Y eso qué tiene que ver con nosotros?
+ Que así es nuestro amor. No tiene una cantidad definida para demostrar lo que nos queremos. Simplemente, lo hacemos y ya está. A nuestra manera.
- Y eso es lo que más me gusta. Te quiero.
+ Y yo, cariño, y yo.
Entonces... Esto no es amor, es "x".
Porque el amor es como una ecuación: nunca se sabe el valor de "x" hasta el final de la misma, si es que tiene un valor significativo, claro, y si es que alguna vez acaba.